Descubre cómo migrar de posición en el cuadrante del dinero de Kiyosaki
Robert Kiyosaki, mundialmente conocido por su libro: “Padre rico, padre pobre” con este libro transformó radicalmente la forma en que millones de personas alrededor del mundo perciben el concepto del dinero.
Con perspectivas que contradicen el conocimiento convencional, Robert se ha ganado una gran reputación por hablar claro, ser irreverente y tener valor. Es reconocido alrededor del mundo como un defensor apasionado de la educación financiera.
En un mundo tan cambiante como el actual es primordial tener una buena capacidad económica, pues esto representa la calidad de vida, tranquilidad y felicidad de quienes más amamos y de nosotros mismos. Los alcances del dinero no serán realmente transcendentales, sino el uso y el sentido que le demos al dinero.
Por ejemplo, en el libro “Padre Rico, Padre Pobre” comprenderás con mayor claridad y con mucho sentido lógico, las siguientes verdades:
– No se necesita tener un ingreso elevado para hacerse rico.
– Adquirir una casa no es una inversión.
– No es bueno confiar a ciegas en el sistema escolar tradicional para la enseñanza de sus hijos, menos en lo que respecta al dinero, ya que en muchos casos se les educa para aprender técnicas, ser empleados, cumplir horarios y obedecer órdenes.
– Aprender a diferenciar una Inversión de una Obligación.
– Aprender qué es lo que hay que enseñarle a los hijos acerca del dinero para que en el futuro ellos tengan libertad financiera.
Robert ha sintetizado sus conceptos estableciendo algo que él llama “Cuadrante del flujo del dinero”, en el cual nos muestra la posición que cada persona tiene en el mundo financiero y de los ingresos.
Ubica al mundo en cuatro grandes grupos:
Los empleados, quienes son los que trabajan para otras personas, empresas o dependencias gubernamentales, que dependen de un sueldo mensual intercambiando tiempo y habilidades por dinero. En este grupo están las personas que se rentan por determinada cantidad de horas al día para ponerse al servicio y disposición de un jefe o empresa.
Los autoempleados, que son el grupo de personas que tienen un negocio propio y deben estar constantemente al frente del mismo para que produzca ganancias.
Los dueños de negocio, quienes son los que han creado empresas y tienen a otras personas trabajando para ellos, requieren poca o nula administración personal según sea el caso y tipo de negocio.
Los inversores, quienes son los que hacen que su dinero trabaje para ellos invirtiendo en bonos, acciones, propiedades, arte o metales preciosos, este último grupo tiene la máxima libertad financiera.
Como verás, el mayor porcentaje de personas económicamente activas tristemente pertenecen al primer cuadrante. Los libros de historia nos han hecho creer que la abolición de la esclavitud existió, pero en realidad solamente evolucionó a algo que bien podríamos llamar esclavitud moderna, y aunque hay fervientes opositores a que el término de “esclavitud” se use para referirnos propiamente al tipo de trabajos que una persona tiene “libre opción de elegir” la realidad es que la situación económica mundial indica lo contrario.
Juzgue usted mismo si rentarse por más de 8 horas para ponerse al pleno servicio y disposición de un jefe no es una forma de esclavitud. La realidad es que esas 8 o más horas, son tiempo DE VIDA, un tercio o más, de tu vida se te escapa por las manos diariamente cuando estás trabajando para un jefe, cubriendo un horario. Por esta razón es tan común que las personas sean tan felices el día “viernes”, y el fin de semana quieran comerse al mundo de todo lo que no hicieron, sin embargo, la realidad es que el cuerpo también se deteriora y se cansa, así que, en muchos casos, el tiempo de vida que les “sobra”, no les da ni para disfrutarlo, sino solamente para pagar deudas. ¿Te suena agradable vivir de tus sobras?
El correcto análisis, comprensión y toma de decisiones respecto al modo en que generamos nuestros ingresos son los elementos que cambiarán nuestras vidas, si es que así lo deseamos realmente. Armar un plan de acción y llevarlo a cabo, solo es cuestión de ATREVERSE.
¿Vale la pena? La respuesta está en ti.